miércoles, 23 de diciembre de 2009

Nada ahora puede importar...

Coincidiendo con el final de semestre (más o menos, eso todavía es estúpidamente relativo en mi caso) uno siempre acaba pensando en cosas en las que no debería de pensar, es decir, rencores añejos, un "ja ja" hacia personajes de nuestro pasado y anexos.
En mi caso he estado pensando en una de las situaciones que Glo planteó hace ya unos meses en cuanto a que las dos pasamos alguna parte de nuestra educación secundaria encerradas en el baño en la hora del descanso. Justo en lo que pensaba eso me llegó un mensaje a mi Facebook de un compañero de la horrenda secundaria en la que estuve. El hombre pasó tres años (bueno, dos, porque en el último no estuvo en mi salón) casi en la banca de al lado, pero hablarle era como una especie de tabú para el grupo de niñas kitty-cat-amo-a-britney-spears-hasta-la-muerte entonces bueno, hablarle al chico en cuestión era una especie de suicidio social que, curiosamente, yo intentaba evitar cuando, de todas formas, el lema "FREAK" ya lo tenía yo tatuado en mi frente.
Total, el chico está ahora en estos lados del charco y quería ver si nos veíamos. Quedamos, todo el show, y pues nada, dentro de todo yo traía un rollo en mi cabeza de qué demonios iba a pasar porque, finalmente, es un tipo que no veía hace cinco años y pico, pero en fin, le di mi celular, me llamó, quedamos para que trajera su hooka a mi estudio y platicáramos de la vida... en general.
¡Sorpresa, sorpresa! El hombre que era más raro que un rancho con timbre, regordete y o-sea-super-super-loser (en palabras de la bola de wannabe-britney que había en mi secundaria) ahora es una especie de rocker-super-alternativo-con-un-chingomadral-de-piercings que me lleva como cabeza y media de altura (claro, no es muy complicado pero él antes no era muy alto) y con una actitud a toda madre.
Nos sentamos a fumar y a platicar... sobre todo de los imbéciles que nos hicieron la vida mierda en la secundaria. No faltó el típico wey super popular de la secundaria que nada más buscaba a la chica más "buena" para presumirla junto con su Lacoste rosa con el cuello hacia arriba que casi se mata en un accidente automovilístico por manejar en estado de ebriedad, bla bla bla. Hasta que este hombre soltó un comentario que ilustró lo que llevaba yo pensando hacía ya bastante tiempo, es decir, "esa bola de pendejos siguen siendo pendejos mientras que tú y yo hacemos lo que en realidad queríamos hacer en la vida y estamos poca madre". A pesar de ser un comentario característico de aquellos que fuimos nerds en la secundaria, la verdad es que no pude evitar darle al wey la razón.
De vez en cuando lo pienso - sobre todo en las experiencias religiosas y catastróficas de mi secundaria y mi prepa - que me encantaría finalmente salir de mi rollo, aún, ermitaño y evasivo de sus múltiples reuniones cursis-para-que-todos-finjamos-que-fue-super-feliz-nuestro-paso-por-la-educación-media-superior-mexicana, no pude evitar pensar lo mismo que este amigo re-encontrado, que la verdad, me daría una alegría idiota que los que me hicieron la vida terrible por el simple hecho de no tener la mente únicamente metida en "el antro de moda" o "en, o sea, es que está super naco ese wey" se ardieran y se retorcieran en limón por que estoy - estamos en el caso de este hombre y yo - llegando a nuestro potencial.
Que, claro, no estoy buenísima como estas viejas seguramente lo están (vamos, años y años y años de ser increíblemente superficial deben de servir para algo ¿no?), o no tengo la menor idea de cuál es la canción que debemos de cantar todos en el antro como si fuera manda, pero al fin y al cabo, tengo cerebro y estoy haciendo algo productivo de mi vida fuera de imaginármela siendo, únicamente, ama de casa frustrada porque fue la chica más guapa de la secundaria-prepa y que jamás se le ocurrió agarrar un libro porque eso era de "losers".
La neta, es raro que yo lo admita, el chiste es que yo soy feliz - y este chico admitió que también es feliz - y eso es lo que cuenta y es lo que vale, cosa que creo que llegará a ser - a lo mucho - un screensaver para todos aquellos que nos jodieron por tres años.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Feliz navidad Ana Bobana!!!! (Creo que no hay mejor lugar que decirte felicidades que por aquí...siendo que esto terminó siendo una cosa rara para contarnos cosas...) te extraño muchíiisimo!! y no tienes idea de como hace falta personas como tú en el mundo! Inteligentes y lindas-ad hoc con el post-... (Ríe, 6 de un grupo de 42 personas tienen hijos ya, eso es secundaria de mujeres... y yo me divierto con eso)