sábado, 30 de mayo de 2009

Voltaire: ¡El nuevo amor de mi vida!

El día de hoy estoy muy muy muy proyectada con el "Tratado Sobre la Tolerancia". Transcribo el párrafo que ganó mi corazón. Y, si, soy una mamona y pondré el original y traducción porque no tengo naaaaaada que hacer.


"Ce n'est plus aux hommes que je m'adresse: c'est à toi, Dieu de tous les êtres, de tous les mondes et de tous les temps: s'il est permis à de faibles créatures perdues dans l'immensité, et imperceptibles au reste de l'univers, d'oser te demander quelque chose, à toi qui as tout donné, à toi dont les décrets sont immuables comme éternels, daigne regarder en pitié les erreurs attachées à notre nature; que ces erreurs ne fassent point nos calamités. Tu ne nous as point donné un coeur pour nous haïr et des mains pour nous égorger; fais que nous nous aidions mutuellement à supporter le fardeau d'une vie pénible et passagère; que les petites différences entre les vêtements qui couvrent nos débiles corps, entre tous nos langages insuffisants, entre tous nos usages ridicules, entre toutes nos lois imparfaites, entre toutes nos opinions insensées, entre toutes nos conditions si disproportionnées à nos yeux, et si égales devant toi; que toutes ce petites nuances qui distinguent les atomes appelés hommes ne soient pas de signaux de haine et de persécution; que ceux qui allument des cierges en plein midi pour te célébrer supportent ceux qui se contentent de la lumière de ton soleil; que ceux qui couvrent leur robe d'une toile blanche pour dire qu'il faut t'aimer ne détestent pas ceux qui disent la même chose sous un manteau de laine noire; qu'il soit égal de t'adorer dans un jargon formé d'une ancienne langue, ou dans un jargon plus nouveau; que ceux dont l'habit est teint en rouge ou en violet, qui dominent sur une petite parcelle d'un petit tas de la boue de ce monde et qui possèdent quelques fragments arrondis d'un certain métal, jouissent sans orgueil de ce qu'ils appellent grandeur et richesse et que les autres les voient sans envie: car tu sais qu'il n'y a dans ces vanités ni de quoi envier, ni de quoi s'enorgueillir."


"No es a los hombres a quienes me dirijo; es a ti, Dios de todos los seres, de todos los mundos y de todos los tiempos: si se permite a las criaturas débiles perdidas en la inmensidad, e imperceptibles al resto del universo, de atreverse a pedirte algo, a ti que has dado todo, a ti en donde los decretos son inmutables y eternos, te pido de favor veas con piedad los errores propios de nuestra naturaleza; que esos errores no causen calamidades. Tu no nos has dado un corazón para odiarnos y manos para estrangularnos; haz que nosotros nos ayudemos mutuamente a soportar el peso de una vida dolorosa y pasajera; que las pequeñas diferencias entre las vestimentas que cubren nuestros débiles cuerpos, entre todos nuestros lenguajes insuficientes, entre todos nuestros usos ridículos, entre todas nuestras leyes imperfectas, entre todas nuestras opiniones absurdas, entre todas nuestras condiciones desproporcionadas ante nuestros ojos, e iguales delante de ti; que todas las pequeñas molestias que distinguen a los átomos que llamamos hombres no sean señales de odio y de persecución; que aquellos que iluminan los cirios al mediodía para celebrarte soporten a aquellos que se contentan con la luz de tu sol; que aquellos que cubren su vestido de una tela blanca para decir que debemos amarte no detesten a aquellos que dicen lo mismo vestidos de lana negra; que sea igual amarte en un argot de una lengua antigua, o en un argot más nuevo; que aquellos que se visten de rojo o de violeta que dominan una pequeña parcela de un pequeño pedazo del lodo de este mundo y que poseen pequeños fragmentos de un metal en particular, gocen sin orgullo en vez de llamarse grandes o ricos y que los otros no lo envidien: porque tu sabes que no hay nada en esas vanidades para que se envidien, ni de qué enorgullecerse."

Ah.... creo que esto es amor.

martes, 26 de mayo de 2009

Con todo y...

que no quieras pasar a la inmortalidad, aquí va. Tengo a un amigo que se niega pasar a la inmortalidad; se niega a que le tomen fotos, pero siempre va bien vestido; se niega a conocer a mis amigos (otros y otros), pero conozco a la gran mayoría de los suyos; se niega a la idea de tener novia, pero nunca a podido vivir sin una mujer a su lado. Mucho más me sorprende la idea de no darle el celular a los amigos, sólo para cuestiones laborales; no tiene ningún tipo de medio electrónico con los demás, sólo el messenger (usado para cuestiones laborales). Desaparece de tu vida por casi un año y vuelve a aparecer como si nunca te hubiera dejado de ver. Poco le interesa saber el recuento de tu vida, los novios, las caídas, la escuela; se interesa por hacer la pregunta ¿qué piensas? de la única forma que no me da flojera contestarla. Reniega la idea de vivir algún día sin drogas, pero por supuesto que sería capaz de dejar de consumir tecnología. Se dedica a pensar como sería siendo mujer. Yo le digo que viviré hasta los treinta y cinco; el me dice que si llego a los veintinueve será sorprendente. Lo conocí cuando tenía un mohawk color azul brillante, igual que sus ojos; ahora usa playeras lacoste del mismo color. Todo eso es superficial, pero no por eso deja de ser él. Creo que lo realmente brillante de él es no buscar amigos para no sentirse solo o para subir su ego dos rayitas; es la forma más pura de amistad, realmente se preocupa por los demás, cuando debe y nos manda al carajo cuando le parece estúpido estar con nosotros. Me recomendó mandar al carajo a todos por unas semanas, tal vez, lo vaya a hacer. Tengo tanto que aprenderle...

miércoles, 20 de mayo de 2009

Escuchando: Digital Monkey

Hoy simplemente me lancé a caminar por el centro, a pensar todo lo que había pasado por mi mente en la mañana, triste y patética por sentir cosas que no deberían de estar ahí que si bien no tienen solución pronta, mínimo se les esconde bien. Pero no todo es tristeza, hoy recordé que soñé y ahí les va.

Me dormí esperando en la mañana recordar que es lo primero que veo al abrir los ojos; me levanté viendo hacia la pared, y recordé mi sueño. Estábamos en una clase de vitrales en un salón parecido a los de mi Secundaria?? laaaargos, y sólo había como cinco personas entre ellas el chico que me gusta dialejitos de la fac. Ahhh! soñé que el me hablaba jajaja, bastante de secu mi sueño, pero no me importa, lo recordé. Ese no es el punto, sino que mientras caminé y caminé en el Centro Histórico pensé en ese chico que me gusta dialejitos. La primera vez que lo vi fue en la prepa, yo iba en cuarto y el en sexto. Por otras razones que no tenían nada que ver con él, yo me la vivía en sexto y siempre lo veía sentado afuera del salón solo, me causó curiosidad, no es que fuera precisamente guapo, pero usaba una camiseta negra y pantalones cafés y me parecía interesante. Al parecer sigue usando la misma camiseta negra y pantalones cafés; tengo la teoría de que abre su closet y tiene una colección de playeras de manga larga lisas negras y tres pantalones; un suéter negro liso, una chamarra lista negra y una bufanda. Tenis, unos iguales a los míos sólo que negros. Cuando llegué la fac, pam! el segundo día de clases en mi salón!! en filosofía política, recursando. La teoría de que era una persona interesante se confirmó al saber que era de CP. Pasaron los semestres y se me había olvidado realmente, pero este semestre, como en todos, siempre me tiene que gustar alguien dialejitos, así que mis ojos regresaron a él.

Ayuda que siempre se sienta en el mismo lugar, y tenga la mirada de que odia a la gente, aunque también ríe, y se pone tierno, y al parecer es persona jaja. Ya hasta reconozco a sus amigos jajaja, y para mi beneficio se sientan todos muy cerca de donde nosotros (yo y los otros) nos sentamos. ¿y por qué cuento todo esto? Porque me di cuenta de que estaba celosa de él. No, no que una chica me provocara celos de que se le acercara, creo que nadie se le acerca, sino que yo estaba celosa de que hubiera una chica a la que le gustara dialejitos. Él, con todo y que sólo tiene 3 cambios de ropa, le gusta a alguien dialejitos! cuántas personas tienen el privilegio de eso!!! Digo, hay personas que son muy guapas, y tienen como a 50 detrás de ellos, pero él, por el simple hecho de ser simple y original le gusta y le provoca miedo a alguien que lo busca con la mirada entre clases aunque su nariz no sea perfecta. Estoy tan celosa, yo quisiera tener a alguien que me mire dialejitos como yo a él y dijera “que bonitas clavículas y escápulas tiene esa chica” jajajaja.

Me compré mi oniguiri y me fui a caminar por el Centro, aahhh!! que bonito! caminé y caminé; me topé a un amigo chairísimo y seguí caminando, me escurrí a ver pinturas, lienzos y después cromos. Me metí a ver ropa y a comprar mis audífonos, pensé en ti y en mí. Pensé en el pavor que me da de quererte tanto. Pensé en mis miedos, pavores, defectos, complejos, en mi maldito orgullo y deseos. Ir a ver ropa provoca lo mismo en mí, que los helados de Ben & Jerry’s: amor. jajajaja

martes, 19 de mayo de 2009

En el metro

(Este post no va dedicado a mi carterista, pero sí a los que viajan en metro)

No sé que es lo que pasa cuando viajo en el metro, pero al parecer llega a mí una especie de caché que no tengo en otro lado; en el metro supongo que me veo más guapa, seguro el color naranja y su luz blanca me favorecen porque es la enésima vez que me hablan ahí, y ya me enojé. No es que me sienta mal de que se me acerquen señores, jóvenes y demás, pero no es lo mío, gracias. Es culpa de mis nervios señores, porque sí, resulta que si me pongo nerviosa, en este caso por acosamiento, sólo sonrío, no es de ninguna forma que piense “ándale, háblame” es algo más parecido a un “deja de verme cabrón, ya te vi”.

Y luego sus razones, nefastas. El primero me siguió todo el trayecto hasta mi casa y todavía hizo una carta con un dibujito de un monito (creo que era él) dándole una flor a una tipa (creo que era yo) y algo como “quiero conocerte”; después de decirle “ñeee” se va y me quita la carta. Me dejó sin ese recuerdo que me haría sonreír muchísimo. Los siguientes con “qué vas leyendo?” o “que bonita sonrisa”. Hablando de piropos, decir “que bonita sonrisa” es como decirle a los hombres “que bonitos dientes”.

No comprendo a los hombres y sus supuestos halagos, verda’ del niñopa que no. No comprendo el “que bonita sonrisa” sobre todo cuando está en una cara de “aléjate de mi wey”. Luego, mencionar “que bonito cuello” es el equivalente para las mujeres de decir “que bonitos hombros”; por favor, sean sinceros consigo mismos y acepten, lo primero que le ves no es el cuello, es lo que está debajo del cuello. “Que bonita barbilla”, sin comentarios, es como decirle a la persona, “no te puedo ver a la cara de lo horrible que estás, pero debajo de todo eso, me caes bien”. Si le piensan decir a la susodicha “que bonitas cejas”, mejor díganle que bonita letra. Mejor aún “que bonita cicatriz” es casi como decir “vamos, eres fea, acepta que tu cicatriz es lo único respetable y original en ti; bueno, no eres tan fea, tu cicatriz pudo ser todavía peor”.

Huy, para terminar nunca he comprendido la fijación de los hombres por los lunares. Para mí, es como decirles a los hombres “que bonitas pestañas”, o sea, eso de que encuentren, de todo lo de la cara, dos ojos, una nariz y una boca, sólo a los lunares, lo vuelve algo sospechoso. De tu boca, ojos y nariz, me quedo con tus manchas chistosas.

Hasta ahorita sigo sin encontrar a quien diga, ¡Qué bonita clavícula! ¡Qué bonito Ilion! ¡Qué bonitas escápulas!

sábado, 2 de mayo de 2009

Post desde Acapulco o como los Counting Crows tienen razón



Desde hace tres días que estoy en territorio guerrerense y todo iba muy bien hasta el día de hoy que acompañé a mi tía y a mi primo a pagar no-se-que-cosa a Liverpool a un nuevo complejo comercial que abrieron llamado La Isla (sip, como la de Cancún), la cual se denomina a sí misma como "Shopping Village" (así mero, en inglés, toooodo en inglés ¡viva el turismo nacional!). Total, uno entra al famosísimo lugar y encuentra absolutamente todo, desde miiiiles de tiendas de helados y cafés (que, evidentemente, son Ben & Jerry's o como se llame, Starbucks y así) hasta Prada, Nautica y anexos; es el nuevo lugar para ser visto en Acapulco porque aquello de ir a los lugares en donde todo empezó - dígase la bahía de Acapulco - ya no es de gente "in" y "como que es medio naco".

Independientemente de considerar sumamente ridículo y patético el hecho de que los padres de familia ya no quieran llevar a sus hijos a pasear a la playa y prefieran llevarlos a La Isla para decirles que no les van a comprar nada cuando lo único que hay son tiendas; lo más encabronante del asunto es que el lugar está construido nada más y nada menos que sobre un manglar. Eso es, quién sabe donde estaba la Semarnat (probablemente en el DF evitando la influenza), el supuesto Partido Verde Ecologista (probablemente intentando que pase la pena de muerte, un tema claramente ecológico), pero aparentemente aquello del ecoturismo y de la preservación de los recursos naturales y eco-todo en nuestro país ya pasó de moda y no está "in". Un manglar.... chale, en verdad que poca madre.


Pero en fin, los Counting Crows ya lo habían dicho - sabia y proféticamente en el más grande sentido que una canción puede aportar - "they paved paradise and put up a parking lot". Esa es la realidad de cómo uno le hace para ser chido y "gente bien" en las tierras pecaminosas de Acapulco.

Inaccesible pureza primitiva...

"La desgracia de los locos, la interminable desgracia de su silencio, es que sus mejores portavoces son aquellos que los traicionan mejor; es que, cuando se quiere decir el silencio mismo, se ha pasado uno ya al enemigo y del lado del orden, incluso si, en el orden, se bate uno contra el orden y si se lo pone en cuestión en su origen. No hay caballo de Troya del que no dé razón a la Razón. La magnitud insuperable, irreemplazable imperial del orden de la razón, lo que hace que ésta no sea un orden o una estructura de hecho, una estructura histórica determinada, una estructura entre otras posibles, es que, contra ella, sólo se puede apelar a ella, que sólo se puede protestar contra ella en ella, que sólo nos deja, en su propio terreno, el recurso a la estratagema y a la estrategia."*

Locura, Locura, Locura, todos nos creemos dichosos de hacernos llamar locos, de asimilar un adjetivo que califica la nada, aquélla que existe sólo en nuestra imaginación. Locos en un mundo racional, en un mundo inexistente de locura, actuando racionalmente, pensando poquito en poquito, desglosando ideas, tomando caminos, decidiendo. Aparece la decisión, división entre la locura y la razón, orden, estructura, institución. Ser "el loco" y cumplir una función.

Ella, inalcanzable, se acaba con el primer golpe en la mano, la primera quemadura, el primer "saluda a la abuela", se acaba y se intercambia por la costumbre; se le condena desde antes de su crecimiento, se condena a aquella que no ha crecido en el ser, se juzga su nacimiento como a la maleza, se le condena por la promesa de crecer y crecer por todo el ser; se mata ese pequeño botón cuando está a punto de florecer. Incluso se le permite dar un vistazo a su encanto, de estar rodeada de observadores, y a la menor provocación de florecer se le extermina con un montón de utensilios. Se usa la pala del orden, la escoba de la razón y el recogedor del saber. Se borra todo indicio de su existencia para llenarla con tierra, con creencias, con excusas. No queda indicio de su apenas corta existencia, se le corta la capacidad de explicarse por sí misma, ahora sólo queda que la explique la razón.

Cuando llegas a la edad donde sabes que te han privado de esa capacidad primitiva, la buscas por todos lados, en cada pintura que observas, en las palabras de los demás, en los libros. Oh! Benditos libros!! Nos dirigimos a ellos buscando la locura y encontramos que son la Razón misma, intentamos encontrar en ellos la salvación a ese frío de locura, desarropados desde pequeños, y encontramos en los libros la fuente misma de la razón, ideas que dominan el pensamiento. Los libros, legado directo de la razón intentan buscar desesperadamente aquello que nos robaron a los hombres. Lo que dejamos atrás, lo que cambiamos por el arte (el arte!! queriendo ser expresión misma de la locura se convierte en un conjunto de preceptos para hacer bien algo!!), lo que cambiamos por la técnica, lo que cambiamos por el trabajo. Creamos para encontrar lo que ya no está en nosotros.

Intentamos, con la razón, crear cualquier cosa que llene esa soledad, ese otro yo; y llegamos a la filosofía, a las bellas artes, a la literatura, todas estas, expresión de una búsqueda que no ha concluido. Tal vez de ahí su belleza; nos dedicamos a buscar aquello que perdimos desde hace tiempo. Usamos lo que nos queda para acercarnos lo más posible a ella. Nos quedamos entre libros, atrapados entre historias, nos quedamos con ellos porque se plasma la vida de los locos inexistentes. Deseamos mil veces ser el Quijote.

Los poetas hablan de ella como si hubieran ido a tomarse un café con ella. Y sus nobles letras, solas y bellas, nos causan envidia, admiración y remordimiento en nuestra búsqueda inacabable.

Y mientras tanto, los recluidos en manicomios, existen para recordarnos que no estamos locos y así debemos de mantenernos. A ellos, que guardan su esencia primitiva, les hemos conferido una función en un mundo que no les tocó vivir.


*Derrida en La escritura y la diferencia (sí hombre, me excedí en la cita, pero a poco no está bonita?)