martes, 26 de mayo de 2009

Con todo y...

que no quieras pasar a la inmortalidad, aquí va. Tengo a un amigo que se niega pasar a la inmortalidad; se niega a que le tomen fotos, pero siempre va bien vestido; se niega a conocer a mis amigos (otros y otros), pero conozco a la gran mayoría de los suyos; se niega a la idea de tener novia, pero nunca a podido vivir sin una mujer a su lado. Mucho más me sorprende la idea de no darle el celular a los amigos, sólo para cuestiones laborales; no tiene ningún tipo de medio electrónico con los demás, sólo el messenger (usado para cuestiones laborales). Desaparece de tu vida por casi un año y vuelve a aparecer como si nunca te hubiera dejado de ver. Poco le interesa saber el recuento de tu vida, los novios, las caídas, la escuela; se interesa por hacer la pregunta ¿qué piensas? de la única forma que no me da flojera contestarla. Reniega la idea de vivir algún día sin drogas, pero por supuesto que sería capaz de dejar de consumir tecnología. Se dedica a pensar como sería siendo mujer. Yo le digo que viviré hasta los treinta y cinco; el me dice que si llego a los veintinueve será sorprendente. Lo conocí cuando tenía un mohawk color azul brillante, igual que sus ojos; ahora usa playeras lacoste del mismo color. Todo eso es superficial, pero no por eso deja de ser él. Creo que lo realmente brillante de él es no buscar amigos para no sentirse solo o para subir su ego dos rayitas; es la forma más pura de amistad, realmente se preocupa por los demás, cuando debe y nos manda al carajo cuando le parece estúpido estar con nosotros. Me recomendó mandar al carajo a todos por unas semanas, tal vez, lo vaya a hacer. Tengo tanto que aprenderle...

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