domingo, 25 de octubre de 2009

tengo examen, tengo miedo y poca voluntad para ser anoréxica...

ajá, y aparte de esas cosas tengo que escribir si mis amigos pertenecen algún grupo o comunidad o lo que sea que se junten en manaditas, incluso en el chopo, así lo dijo el profesor no yo... pero antes de hacer eso debo de resolver ciertas cosas. Resulta que como me junto con puro hombre bestia la mayor parte del tiempo, pues, me dedico a hablar de cosas que hablan los hombres bestias, como por ejemplo, existen las gordibuenas?? Claramente cuando uno saca sus inseguridades de no ser 90-60-90, ni 90-90-90 o 90-90-60 o 60-90-90, responde “por supuesto que existen las gordibuenas” aunque la nula existencia de algo en mí para ser gordibuena, sólo afirma que lo único que queda es aceptar la belleza de todo tipo en distintos tamaños. (Y fuera de esto, creo que sí existen. Muchos hombres se han enamorado, en el sentido más carnal, de gordibuenas - todavía dicen que tienen el plus de ser buena onda- )El hombre bestia en cuestión todavía responde “pues yo no creo que existan”: Gloria se enoja. No es el hecho de que yo pudiera decir, no estoy buena porque pues las gordibuenas ya también son denigradas y pues yo, soy una gordibuena, sino es el hecho de saber que cada día las chicas “x” como en este caso “yo” tenemos cada día menos posibilidades de sobrevivencia en este mundo.

Luego de pasar la plática de la belleza de las gordibuenas se sube una mujer que no estaba gordibuena, sino buena y aparte bonita cara, y el hombre con el que iba se transforma ante mis ojos de hombre bestia en un pendejo total, que no se da cuenta de que a lado va la tipa no90-60-90, en este caso “yo” con la que sale y se le cae la baba “Tráiganle un plato por favor!” . El punto es que debido a eso Gloria necesita un galón de helado de vainilla, un montón de chick flicks y voluntad para hacerse anoréxica. No tengo voluntad para ser anoréxica. Pero tampoco tiempo para todo lo demás!! Y ese es el gran problema, me gustaría estar acostada en mi cama llorando con click flicks a lado de mi madre para que me consuele y no lo puedo hacer!!! No tengo tiempo para tirarme al pozo y después recogerme, no tengo dinero para mi galón de helado de vainilla y tampoco tengo a mi madre que se fue a Acapulco con sus amigas yoguis. Sólo tengo un examen el próximo sábado, un montón de estrés encima y un padre pedante que se enoja a la menor provocación. Se los dije, me junto con puro hombre bestia…

Fuera de eso, leyendo otro blog recordé algo que me hace taaaaan feliz recordar: el cómo te puedes defender de personas idiotas de 12 años que a la menor provocación te molestan. Pues resulta que cuando yo tenía esa edad, existían otras dos niñas de la misma edad, una de ellas era mí “vecina cercana” y la otra “vecina lejana”, y que cuando salía del edificio donde vivo invariablemente una siempre me gritaba “qué me ves eh?!” cuando yo ni siquiera la volteaba a ver y no tenía la provocación de pelearme. Hasta que un día me fastidié y le grite “yiuuu!! Pues tus granos y tu cuello feo!! Guácala!”- El guácala puede variar pero ese fue el sentido- La tipa en cuestión corrió a su casa llorando y nunca me volvió a molestar. A veces es necesario ser hijo de puta.


Extra: encontré algo bueno, lenguas de gato de chocolate light del Sanborns de mi padre, las lenguas, no el Sanborns…

2 comentarios:

Miss Acacia Lane dijo...

Ah si, a mi también me urge volverme anoréxica

Miss Acacia Lane dijo...

pongo de nuez mi primer comentario porque sucede que tenía un gravísimo error de redacción:
Pequeña saltamontes:
tengo una entrada de blog que no logro poner en orden que me está haciendo un chingo de nudos en la garganta. En esta entrada y en la anterior le estás dando al clavo a muchas de las cosas que están pasando por mi atareada cabecita. Y si, yo también estoy empezando a ser hija de puta antes de que me destruya y me caiga a cachitos... a ver como sale esa madre... espero poder poner más de tres palabras que resulten coherentes pronto...