jueves, 21 de enero de 2010

"!Tenía que ser mujer!"

A ver queridas lectoras, dígase Ana, ¿cuántas veces no han escuchado eso? Pues yo un montón, y he escuchado cosas peores y más ofensivas, peor tantito es que han surgido de la boca de personas que yo considero inteligentes y seres racionales que son seres humanos aparte de usar los pulgares.

Realmente quiero hacer un texto serio sobre esto, pero por el momento no puedo, así que aquí va. Hace poquito tuve clases con un hombre feminista que es de lo mejor que se pueda encontrar en el mundo, y pues como siempre me habían interesado los movimientos sociales y cosas así, lo escuchaba atentamente. Me presentó a una feminista bastante interesante y quedé muy clavada con ese tema. No voy a mentir y no me voy a poner la banderita de algo que no me queda, pero la verdad, es que el tema me interesó y lo amé en varios aspectos, especialmente en un país donde sigue siendo tan triste la condición de las mujeres (que, acéptenlo, todas lo hemos vivido).

Para no hacer el cuento más largo, me puse a leer a las consagradas (de los 40’s) sobre dicho tema y quedé anonadada por las relaciones que llevaban; relaciones que yo, señorita del siglo XXI, con internet, celular y comida transgénica no sabría si podría consolidar. Usted, señorita del siglo XXI ¿sería capaz de gozar y dejar gozar a la otra persona de la poligamia? En mi cabeza se lucha una batalla entre mis antiguas creencias y la creencia de que los seres humanos pueden gozar simultáneamente del amor por varias personas; de que si bien somos libres y elegimos instaurar instituciones que cortan nuestra libertad, dichas instituciones se pueden dar también en el marco de una total libertad de acciones. (No intento aclarar nada, sólo les paso mis dudas)

Ahora, el goce sexual de la mujer se da en un marco mucho más abierto que en los años 40, evidentemente, mínimo se ha extendido más. Sin embargo, me causan confusión ciertos aspectos: Estoy completamente de acuerdo en que cada mujer puede hacer lo que desea con su cuerpo y gozar de una sexualidad abierta, pero me parece que últimamente se reduce el feminismo a esto y que, por ejemplo, muchas mujeres creen que se consolidan como mujeres sólo por hacer uso de dicha virtud. Ejemplo, existe una compañera que estudia una materia que oseaaa, es súper feminista no? Oseaaa, algo como problemas sociales de la mujer no? Y oseaaa, nada tiene de feminista el hecho de que se pueda acostar con veinte hombres con su emancipación como mujer. Ya la veo dejando de trabajar, siendo madre camioneta y llevando a sus hijos al kínder mientras se va al gym…. Lástima que tenga tan buena ortografía.

Ahora, me causa aún más conflicto esto. ¿Es tan malo y tan poco feminista que deje de trabajar, sea madre camioneta, cuide a sus hijos y vaya al gym? Porque el hecho es que si el feminismo no se reduce a la sexualidad, tampoco se reduce a como elija su modus vivendis, teniendo en cuenta que ella pudo elegir el modo contrario de vida. ¿Será entonces que para ser feminista tienes que ser vegetariana, workaholic, lucir cara de ninfómana y lesbiana?

Vamos!! Hasta la revista Cosmo te dice como ser vegetariana, workaholic, ninfómana y lesbiana!! Y no creo que su objetivo sea el de ser una revista feminista, sino más bien para su consumo sin que la mujer piense mucho el porque la compra, sólo la compra y ya. Si los logros del feminismo aparecen reducidos en una revista de moda, mi mente cada día se confunde más…

(“!Tenía que ser mujer!” Por eso yo no aprendo a conducir… para no darles la razón)

2 comentarios:

Borchácalas dijo...

Para defensa de las mujeres, mi madre maneja mil veces mejor que mi padre. Al menos ella no separa la vista del camino.

Además, creo que la verdadera liberación de la mujer no es que lleven la vida del hombre, sino que se les reconozca su derecho a elegir cada aspecto de su vida. Así como lo dices.

Miss Acacia Lane dijo...

Yo creo que es una cuestión de perspectiva... digo, es claro que si vamos con la visión estereotípica de qué es el feminismo podemos creer que todo aquella que no sea workaholic, ninfómana, lesbiana y vegetariana es lo contrario a la idea de la mujer liberada.
Supongo que debería de ir más en el sentido de que si es lo que tu quisiste hacer con tu vida, está chido, siempre y cuando no vaya en contra del plan que hayas hecho para tí. Digo... lo veo en el caso de mi madre que tiene un doctorado y tiene su vida profesional muy chida pero que también se echó varios años de señora mini van e iba al gimnasio (bueno aunque en la escaladora leía textos de las elecciones en Yucatán jaja) y nos llevaba al tae kwon do, baile y natación y demás pendejadas que existen cuando los niños no pueden salir de casa.
Creo que también Borchácalas tiene razón, es la cuestión de decidir sobre cada aspecto de su vida, que no dependa en cada milímetro en lo que vaya(n) a pensar su(s) hombre(s)...
(mi nou saber que estoy escribiendo, me dormí muy tarde y me desperté muy tarde)