viernes, 17 de abril de 2009

Ni Chaplin, ni chelas, sino todo lo contrario

Pues sí querido lector, éste día, que podría haber sido taaaaan perfecto, terminó en un fiasco. Primero ni fuí a tomar, ni fuí a ver a Chaplin; tenía yo bien seguro que me iría ver a Luces de la Ciudad, pero como siempre, los amigos empezaron "a ver a Chaplin en viernes? que hueva glo! cómo que el arrrrte!" por lo que calculé "Chaplin, Chelas, Chaplin, Chelas!!!". Claramente esta disertación no la podría haber llevado a cabo si no se presentaran las condiciones para que alguna de las dos cosas pudiera ser realizada, es decir, llevaba dinero en la cartera.

Después de como una hora de consenso y negociación con los compañeros de AP y CP logramos decidir a que lugar ir: "Pues sí! vamos al territorio de los Veracruzanos!" Nos dirigimos al respectivo lugar. Gloria estaba acostada en la cama con una chela en mano, el sueño de toda mujer a la una de la tarde. OOOH!! Dios mío! justo cuando Gloria se dirigía a reencontrarse con aquello a lo que denominan divinidad, suena el celular... "Bueno?" -suena voz masculina con acento chileno- "Gloria, quería saber si podías venir hoy para ver lo del censo". (En ese momento una lagrimita imaginaria recorre la mejilla de Gloria).

Tenía que ir a revisar unas cosas al servicio... "A la una!!! en viernes?? Pues ya ni modo" Con toda la tristeza de mi alma me dirigí al servicio, cosa que no debí de haber hecho; de no haber sido así, no habría sufrido el robo de mi cartera. Sí señores, fuí víctima de un carterista. (Lector, si ud fue la mala persona que me robó mi cartera rosa de piel, comprada en Tlaquepaque a un precio nada razonable, devuélvame mis credenciales, mis tarjetitas de los teibols y mi tarjetita de divorcio exprés, qué tal si algún día la necesito!. Por esto amigos, es por lo que les puedo decir, cuando tengan que elegir entre dos cosas, elijan siempre la divertida, sino terminarán en viernes enfrente de una computadora con dos pesos en la bolsa.

Si no me hubiera dirigido al servicio, en primera, no hubiera perdido mi cartera. Obviamente, no tendré el número para que me saquen de apuros si necesito un divorcio exprés. Si me hubiera quedado en casa de los jarochos, tendría cartera, alcohol en la sangre y tal vez estaría bailando en el ollin en estos momentos. Tendría con apenas la décima parte de lo que me robaron en chash horas y horas de diversión.

2 comentarios:

Borchácalas dijo...

Zazcuaz. Eso de que te roben la cartera no es lindo.

Estás que te lleva la tiznada.

Mi dice un pajarito de plata que algún día te compensará esa perdida.

Chale, ya alucino cosas. En serio.

Miss Acacia Lane dijo...

Ay mujer! pero cómo? no manches, que mal rollo. Espero si verte mañana, si quieres te invito la tan ansiada chela caray. Te quierou