miércoles, 22 de abril de 2009

Wings of Destiny o las reflexiones pre-cumpleaños

Resulta extraño pensar que, después de 3 años - más o menos - pueda finalmente atreverme a escribir lo que planeo escribir.
Han pasado tres años y todavía tengo un huequito en mi corazón, probablemente el más profundo, que nunca logró sanar del todo, es más, ahora trato de pensar que pasó y me sigue doliendo y sigo teniendo una gran mezcla de sentimientos.
Digamos que el se llamaba A. G. (jajaja venga mi imaginación para poner sobrenombres), lo conocí cuando entré a 5º de prepa y, desde que lo ví, me gustó, total que hice hasta lo imposible por que se diera un intento de amistad, se dio, nos la pasábamos re bien con una tercera que llamaremos M1.
Total: Terminamos besándonos un día que, para mí - y en un principio para él - significaba en nuestros términos que ya andábamos. Estuve con él 5 meses, muy bonitos meses, en donde finalmente tenía una primera relación formal, en donde sentía que podía hablar con alguien, alguien con quien conectarme.
Nos ibamos a comer los jueves antes de mi clase con otra tercera amiga, M2, y todo iba genial porque parecían apoyarme (dígase M1 y M2) y así. Escuchábamos a Therion, a Rhapsody, a Dimmu, Iron Maiden y anexos , pasábamos tardes interminables jugando Zelda o probando todo tipo de juegos viejos en el Super Nintendo, nos ibamos a comprar cosas a Pericoapa, comíamos fideos transparentes con pepino, muchos Subways, tuvimos un plecustomus mascota al cual llamamos Zohra, un escorpión mascota llamado... chale, no recuerdo como se llamaba el escorpión porque eso ya fue muy al final.
Nunca pasamos de besos y de dormir juntos (en el sentido más literal y no morboso de la palabra) porque era "lo que la sociedad quería que pasara" y, ps claro, había que luchar contra eso. Nos reíamos mucho, nos platicábamos mucho, casi no nos enojábamos y yo pensaba que eso no podía terminar, que era demasiado bueno.
El chiste es que un día, de la nada, M1 y M2 decidieron hacerme una mala jugada, jugar con lo que le había contado a M2 - quien yo pensaba que era mi amiga - y pues, porque no, hacer que me cortara para que M2 anduviera con él, razón por la cual le gustaba juntarse con nosotros (también que pendejo el wey de no haberse dado cuenta de que también estaban jugando con él). Después de 5 meses muy bonitos, yo tuve que marcarle para ver que pasaba y decidió cortarme por teléfono y empezar a hacerme la vida - mis últimos años de la prepa, es a lo que me refiero - lo más miserable posible (esto duró como año y medio más o menos). Yo, de pendeja, dejé que me afectara, sobre todo por él. Fue entonces cuando decidí guardar en el fondo de los recuerdos amargos aquel corazón de obsidiana que me había regalado, el cual no pude volver a usar como collar hasta hace algún tiempo.
En algún momento se volvió cuate del novio que le siguió y éste mandó a decirme que quería hablar conmigo para arreglar las cosas y shalala (por supuesto, todo esto pasó después de que terminó con M2, la cual - no se si quedó claro - me lo bajó siendo mi "mejor amiga") y yo dije que por supuesto que no, que yo ya no quería saber absolutamente nada de él. Luego conoció a una chica con mucho tinte para el cabello y él se volvió fresa porque ella se lo pidió. De repente me entran las ganas de escribirle o algo así para arreglar las cosas, intentar ser cuates y poder extirpar mis sentimientos raros completamente, pero sé que no mejoraría nada, que el hueco en mi corazón no sanaría si hago eso. De repente lo extraño, no me acuerdo mucho de esos cinco meses, para ser franca. Y, lamento si el post resulta nostálgico, aburrido y chillón pero así soy yo antes de cumplir un año más de vida.... me acuerdo de cosas que no valen la pena jaja.

No hay comentarios: