martes, 14 de julio de 2009

En la noche...

Me gustan esos dos ojos, esas gotas de miel… sonreír cuando la desgracia nos ha llevado, me gusta olvidarte, para poder encontrarte. Me gusta jurarte amor eterno, para creerlo. Me gusta llorar por ti y poder sonreír contigo. Me gusta besarte, para poder morir sin preocupaciones. Me gustaría morir contigo, no de años, no de viejos, sino de cuentos. Me gusta invitarte a ver películas, para no hacerlo. Me gusta que me odies a ratitos, para que cuando me quieras lo demuestres. Me gusta apenarme cuando no sé que hacer, abrazarte y besarte. Me gusta que me desnudes y me quites las impurezas, cuando quitas la ropa y la vergüenza. Dejar de creer en el amor tiene sus ventajas, conoces más gente, conoces más besos y termino regresando inevitablemente a ti. Me gusta cuando nos separamos, para poder gritar ahogada en alcohol que eres lo mejor que me ha pasado. Eres una estación del metro, una cocina, una avenida, una iglesia, un té sorpresa, cortinas cerradas, dos boletos, dos hoteles, veinte dedos, cuarenta pastillas, quinientos tipos de aves, mil almendras amargas, diez libros, mis años de soledad comprometidos.

En los ratos de euforia me subo a la azotea a cantar soy tuyo y me lo quiero creer.

No hay comentarios: